De niña enfrentó el cáncer en el CECAN; ahora es enfermera y cumplió su sueño

– Según las estadísticas oficiales de la Secretaría de Salud, de 2005 a 2024, se han curado 378 menores de tumores sólidos y otros 261 con algún tipo de leucemia.

Siendo una niña Magali luchó contra el cáncer. Volvió al Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Meza” (CECAN), su segunda casa y de la mano del personal médico dio la batalla más grande de su vida y salió adelante… venció.
 
Los médicos y enfermeras la inspiraron y decidió dedicar su vida a servir a los demás. Hoy celebra el Día de la Enfermera y, con sus hijos, el Día de Reyes. Está es su historia.
 
Magali y su familia sufrieron un impacto muy fuerte, cuando al entrar a la adolescencia el cuerpo de la chica comenzó a experimentar los achaques de un tumor maligno que crecía en su interior silenciosamente hasta convertirse en un problema grave.
 
“Así estuve 6 meses, cuando un dolor del lado derecho del abdomen nos llevó a un médico familiar, que dijo entonces que se trataba de una colitis nerviosa, que estaba muy estresada, los exámenes, algo”, aclaró Magali.
 
“Fue algo muy nuevo, muy impactante porque a los 17 años estás enfocada en vivir la vida loca, yo lo decía”, recuerda Magali, quien ahora es enfermera de profesión y encontró su vocación gracias a su padecimiento.
 
Los primeros diagnósticos fueron erróneos, desde colitis hasta un tumor en el riñón. Pero, finalmente fue canalizada al Centro Estatal de Cancerología, donde se sorprendieron de su estado de salud al descubrir el tumor cancerígeno.
 
“Ella llegó bastante grave porque el tumor era enorme, pesó 4 kilos y medio, fue un reto porque cuando hay un tumor en el abdomen de ese tamaño resulta difícil determinar qué se va a hacer primero”, recordó el oncólogo pediatra José de Jesús Loeza.
 
El pronóstico para Magali no era muy alentador, el cáncer estaba muy avanzado y comenzaba a causar estragos en su cuerpo: “Me comenzaron a salir moretones en las rodillas, en los codos y en los tobillos, y en esas áreas me daba fiebre o se ponían calientes”, relató.
 
¿POR QUÉ YO?
 
“Cuando yo entré al hospital odiaba a todo mundo, creía que todos tenían la culpa de que yo estuviera enferma, a todo mundo le contestaba mal era grosera, era una mala persona”, aceptó.
Así era Magali cuando ingresó al CECAN para iniciar su tratamiento contra el cáncer infantil, pero con el tiempo fue cambiando su actitud gracias a las atenciones que recibió durante su estancia.
 
“Son personas que te apapachan desde el día uno. Son personas que no vienen a trabajar, vienen a dar lo mejor de si, porque no vienen por cobrar un sueldo”, puntualizó Magali al recordar el trato de todos y cada uno de los trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz que participaron en su proceso de recuperación.
 
CECAN, SU SEGUNDA CASA
 
EL Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Meza” se convirtió en la segunda casa de Magali porque después de la operación para extirparle el tumor cancerígeno, que tenía alojado en un ovario, fue sometida a varias sesiones de quimioterapia para completar el tratamiento.
 
Cuando parecía que Magali sería dada de alta, una revisión de rutina encendió de nuevo los focos rojos y tuvo que volver a ser intervenida ante la presencia de nódulos en un pulmón.
 
“Me quitaron una parte de mi pulmón izquierdo, posteriormente otra vez tratamiento, gracias a dios no fue cáncer, fue tuberculosis que por la baja de mis defensas y demás lo adquirí. No sabemos si aquí o en otro lugar”, agregó Magali.
 
Ella es una más de los casos de cáncer infantil atendidos en Veracruz que se ha recuperado en su totalidad. Según las estadísticas oficiales de la Secretaría de Salud, de 2005 a 2024, se han curado 378 menores de tumores sólidos y otros 261 con algún tipo de leucemia.
 
DESCUBRE SU VOCACIÓN
 
Después de un año de tratamiento, Magali comprendió el esfuerzo que hacen los trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz por salvar la vida de cientos de menores que son diagnosticados con algún tipo de cáncer infantil.
 
De ahí tomaría la decisión mas importante de su vida, estudiar algo relacionado con  ciencias de la salud. “Me tomé mi año sabático, me recuperé y le dije a mi mama que yo quería estudiar medicina. Entrar a la UV es dificilísimo, presenté para medicina, no quedé desafortunadamente”.
 
Pero eso no la desalentó, acompañada de su madre, Magali acudió a pedir informes a una escuela de enfermería donde encontró su vocación.
 
“Yo le decía a mi mamá por algo me dejaron aquí, para hacer algo bueno, para hacer el cambio que se necesita, estudie enfermería, entre a hacer mi servicio social al hospital de Coatepec”, apuntó Magali.
 
UN EJEMPLO DE VIDA
 
En Veracruz, la tasa de sobrevida a cinco años de menores de edad con algún tipo de cáncer es del 64.5 por ciento, de acuerdo al Registro Nacional  de Cáncer en Niños y Adolescentes (RCNA) del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
 
Magali Martínez no es un número más de esa estadística, sino un ejemplo de vida para quienes, de una u otra forma, se ven involucrados en el tratamiento del cáncer en etapa infantil y juvenil y así lo manifiestan las psicólogas que en su momento le ayudaron a sortear sus dificultades.
 
“La recuerdo como una niña muy cooperadora en esa época, una niña una adolescente también pudimos trabajar muy bien con ella y con su mamá”, dijo visiblemente emocionada la psicóloga infantil del CECAN, Isabel Corona, al reencontrarse con Magali durante una visita al hospital.
 
“Nosotros somos un granito de todo un equipo de médicos, enfermeras, psicólogos, todos, somos un equipo multidisciplinario y todos contribuimos, y este es el mejor regalo”, comentó por su parte la psicóloga infantil Miriam del Carmen González Raga.
 
ANHELA TRABAJAR EN EL CECAN
 
Ahora con 31 años, casada y con una hija de 7 años, Magali sueña con volver al Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Meza” para trabajar como enfermera y poner sus conocimientos al servicio de las y los niños que actualmente atraviesan por la enfermedad.
 
“¿Quiero trabajar?, sí, en algún momento me gustaría regresar como enfermera, y yo lo he platicado con todo mundo, a mi encantaría trabajar en CECAN”, dijo con toda seguridad.
 
Por el momento, Magali es mamá de tiempo completo de lunes a viernes, y los fines de semana ayuda a su esposo, que también ejerce como enfermero, a revisar y cuidar pacientes particulares.
 
AGRADECIMIENTO TOTAL
 
Magali Martínez se mostró profundamente agradecida con todos los trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz que pusieron de su parte para que fuera una sobreviviente de cáncer infantil.
 
“Quiero dar las gracias a todo el personal tanto a médicos como a enfermeras, químicos, personal de farmacia, personal de limpieza, nutriólogos, camilleros, choferes de ambulancia, a todo el personal del CECAN y del estado de Veracruz”, puntualizó.
 
También hizo un llamado a los padres de familia de niñas y niños con algún tipo de cáncer a no dejarse vencer por la enfermedad.
 
“El que les digan que sus hijos tienen cáncer no significa que se van a morir, actualmente hay muchos medicamentos, hay muchos médicos, la ciencia ha avanzado mucho. Y si yo, con un cáncer en etapa avanzada, pude salir adelante hace muchos años, yo creo que los niños que actualmente padecen esto pueden hacerlo también”.