A nivel mundial, nuestro país aún no puede avanzar en la donación altruista y, actualmente, aún basa la obtención de sangre para uso terapéutico en la donación familiar o de reposición, misma que no es lo suficientemente segura en el contexto de mayor riesgo de infecciones asociadas a la transfusión.
La evidencia indica que la donación de sangre voluntaria, altruista y de repetición, entre muchas bondades más, tiene un menor riesgo de infecciones transmisibles por transfusión con seroprevalencias menores a los cinco marcadores de tamizaje obligatorios en México (hepatitis B y C, VIH, Sífilis y Chagas).
Situados en este escenario es que desde el Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea se busca concientizar sobre la necesidad de sangre y productos sanguíneos seguros, haciendo hincapié en la necesidad urgente de aumentar el número de personas que donen sangre de manera voluntaria, altruista y habitual. Esto lo lograremos únicamente sin contamos con la colaboración de la sociedad, pues como institución de salud resulta imposible lograrlo de manera unitaria, en tanto que el liquido vital corre por las venas de quienes están en las calles; en las escuelas, en las iglesias, en las empresas, en los clubes y a quienes es necesario se les eduque en la cultura de la donación de sangre voluntaria, altruista y de repetición.
Sólo cuando se vaya interiorizando la cultura de la donación de sangre se podrá avanzar en el cambio de sistema de donación de reposición por el altruista. Con educación se pueden lograr los cambios, para ello se han desarrollado diferentes estrategias para acercar la información a la población en diferentes espacios públicos y privados.